A mí me ganaba por
A mí me ganaba por la palabra, pero si hubiéramos acabado por llegar a las manos le juro a usted por mis muertos que lo mataba antes de que me tocase un pelo. Yo me quise enfriar porque me conocía la carácter y porque de hombre a hombre no está bien reñir con una escopeta en la mano cuando el otro no la tiene.(...)Y no a los aventureros
(...)Y no a los aventureros foráneos, fascistas y marxistas, que se hartaron de matar españoles como conejos y a quienes nadie había dado vela en nuestro entierro.-¡Felíz tú! Yo creo que
-¡Felíz tú! Yo creo que no hay tiempo para nada; yo creo que si el tiempo sobra es porque, como es tan poco, no sabemos que hacer con él.
Nati frunció graciosamente la nariz.
-¡Ay, Marco, hijo! ¡No empieces a colarme frases profundas!
Martín se rió.Celestino se queda perplejo, sin
Celestino se queda perplejo, sin saber qué hacer. Piensa romperle un sifón en la cabeza, por fresco, pero se acuerda:A siete años de un
A siete años de un suceso, el suceso ya es otro.