Otro Nocturno
La luna, como la esfera luminosa del reloj de un edificio
público.
público.
¡Faroles enfermos de ictericia! ¡Faroles con gorras de
“apache”, que fuman un cigarrillo en las esquinas!
¡Canto humilde y humillado de los mingitorios cansados de
cantar!;Y silencio de las estrellas, sobre el asfalto humedecido!
¿Por qué, a veces, sentiremos una tristeza parecida a la
de un par de medias tirado en un rincón?, y ¿por
qué, a veces, nos interesará tanto el partido de pelota
que el eco de nuestros pasos juega en la pared?
Noches en las que nos disimulamos bajo la sombra de los árboles,
de miedo de que las casas se despierten de pronto y nos vean pasar, y
en las que el único consuelo es la seguridad de que nuestra cama
nos espera, con las velas tendidas hacia un país mejor.
590
0
Más como esta
Véase también